coach de crecimiento personal

El Entorno está revestido de mucha importancia porque se entiende que tú eres el resultado de tu entorno, ¿pero qué sucede con las personas que, a pesar de su entorno, han logrado superar un entorno totalmente negativo? ¿A ellas no les influye?

Se le da tanta importancia al Entorno que ya parece algo mágico: Si tu Entorno es el correcto, prácticamente todo te será posible. Sin embargo, debes tener mucho cuidado, porque si no lo es, puedes tener serios y graves problemas.

Bien, es cierto que ciertos entornos nos facilitan mucho la existencia, mientras que otros nos las complican. No obstante, no es difícil poder encontrar personas que nacieron en el mejor entorno imaginable y que son un total fracaso humano, mientras que otras, naciendo en los peores entornos, han llegado a tener un gran éxito en todos los aspectos materiales y hasta humanos que puedas imaginar. Por tanto… ¿Es el Entorno la clave del Éxito?

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La respuesta más común e inmediata es sí: Tu dirás que puedes Creer en Ti. Sin embargo, al igual que anteriormente vimos con «Amarte a Ti Mismo», no es tan fácil decirlo como hacerlo porque Creer en Ti es un resultado, una consecuencia, no algo que puedas decir a voluntad.

Creer en Ti es el resultado de un proceso de crecimiento interior. Los niños pueden parecer muy seguros de sí mismos corriendo y haciendo todo tipo de actividades que, por si mismas, entrañan muchas veces mucho riesgo, ¿pero es que creen en ellos o es sólo inconsciencia?

Y ahí radica el problema:  La Consciencia que se te forma interiormente con el paso de los años hace cualquier cosa mejor ayudarte a Creer en Ti.

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La Conciencia es la Guía Interior que te ayudará a que puedas lograr esa Mejor Versión de Ti de la que te hablaba en el artículo anterior. No te preguntes cómo lograr una mejor versión de ti mismo sin que seas capaz de escuchar esa Conciencia, porque será imposible.

La Guía Interior de tu Conciencia es vital si eres una persona mínimamente despierta, si sabes que debes intentar cada día ser mejor de lo que eras ayer, ser esa mejor versión de la que hablaba, ¿y quién puede llevarte hasta ahí? Tu Conciencia, esa Guía Interior que no te va fallar, pero a la que normalmente nosotros sí solemos fallar porque no la hacemos mucho caso. Buscamos fuera de nosotros en ideas, guías, maestros y similares una dirección, algo donde «apuntar». ¿Por qué cuando aquello que llevamos dentro es lo más fiable? Porque a diferencia de lo que viene desde el exterior, no suele ser agradable lo que nos dice.

La Conciencia no te cuenta teorías consoladoras de futuros mejores, te pide actuar aquí y ahora, esforzarte aquí y ahora, comprometerte aquí y ahora, y eso… Eso no es fácil.

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En el artículo anterior decía que Amarte a Ti Mismo no es posible si no sabemos quienes somos. O por lo menos no hacerlo realmente, solo hacernos la ilusión de lo que estamos haciendo. Hoy veremos cómo podemos lograr amarnos a nosotros mismos realmente.

El objetivo de Amarte a Ti Mismo es, como cualquier otra cosa en la vida que sea valiosa, lograr algo que no viene dado por si mismo. El decir que «hay que amarse como uno es» pues… como que no parece auténtico. Si estás lleno de vicios, ¿realmente te vas a amar? No. Puedes sentir otras cosas, pero ninguna será amor.

Hay que hacer algo más que sentarse y repetir lo mucho que te amas. Eso del amor incondicional suena bien , pero no es real. ¿Cómo te vas a amar si te das cuenta que, por falta de voluntad, disciplina o lo que sea, te estás destruyendo e, incluso, destruyendo a otros con un determinado comportamiento o forma de ser. Podrás decirlo y repetirlo, pero no será real. Lo único que será real será la culpa y la vergüenza por actuar de esa forma.

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Está muy extendida la idea de que debes Amarte a Ti Mismo. Se dice que lo importante es Amarte aTi Mismo, ¿alguien podría no estar de acuerdo? No lo creo. Como concepto está bien, el problema es que como realidad no tanto. Una cosa es creer que te amas a ti mismo, otra que sea real.

Amarte a Ti Mismo debería ser uno de los objetivo más inmediatos para cualquier persona, por la sencilla razón de que si no te amas a ti mismo, ¿acaso puedes realmente amar o otro? Como siempre, no puedes dar aquello que tú mismo no posees, no puedes dar naranjas si no tienes naranjas.

Sin embargo, hacer real ese objetivo es mucho más complejo de lo que aparentemente parece. Amarte a ti mismo se ha convertido en un tópico, donde se dice que significa aceptarte tal como eres, sin más, pero… ¿es eso real? Si eres alguien que por tus hábitos te hace avergonzarte de ti mismo cuando te miras al espejo, ¿puedes amarte realmente o solo sentir piedad o autocompasión? 

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