La Meditación, la de verdad, creo que es algo que sucede un día quizás después de muchos intentos o prácticas. Pero sin saber muy bien como, porque no es algo que puedas lograr como dándole a un interruptor. Por eso la llamo esa extraña e incontrolable, y es especial porque lo que te ofrece es algo que no puede definirse, pero quién ha llegado a conocerla sabe a qué me refiero.
Escribo esto desde mi destino de vacaciones, aunque lo publique cuando vuelva, y lo hago desde un sitio que podría considerarse un paraíso en la Tierra.
Describir la belleza que me rodea es superfluo teniendo imágenes para describirlo, ya que como sabemos una imagen vale más que mil palabras. Pero lo que no puede describirse es la paz de este lugar.