Efectos de Vidas Pasadas en el presente (18)

UNA REGRESIÓN VISITANDO EL ESPACIO ENTRE VIDAS

¿Es posible que en nuestro presente, en nuestra vida actual, suframos los efectos de las vidas pasadas que hemos experimentado, y ello incida en cómo experimentamos nuestra vida, y sus resultados?

De ser así, ¿cómo y por qué? Con la Terapia de Regresiones estas preguntas se pueden responder.

Caso anterior

Nota Previa a Caso ejemplo número 18 de Efectos de Vidas Pasadas

Ya he comentado mis dudas sobre qué son, y a qué fin obedecen, los espacios entre vidas.

Originalmente compartía el mismo entusiasmo y fascinación por esos lugares que la mayoría
de los que hablan de ellos, la verdad es que la paz y otras sensaciones positivas inducen a pensar que son lugares superiores, pero ya no estoy tan seguro.

Al final, como enlace relacionado, os dejo un vídeo de David Parcerisa sobre una abducción, si vais el minuto 55 escucharéis el relato de un lugar igualmente maravilloso, y sin embargo no es para nada algo positivo, el que algo sea placentero no significa que sea bueno, puede ser un buen cebo. Pero no afirmo nada, que cada cual saque sus conclusiones.

Caso ejemplo número 18 de Efectos de Vidas Pasadas

Es difícil explicar la mezcla de problemas que tiene la persona que llamaremos X18, no son uno sólo porque hay bastante confusión, pero si hubiese que señalar un punto predominante, sería la sensación de culpa por algo que no sabe. Sensación que viene de darse cuenta de que las cosas, en su vida, son bastante complicadas.

Se dice que la culpa atrae siempre el castigo, y por ello su pregunta es: ¿Me siento mal por todo lo que me sucede y me ha sucedido o me sucede todo lo que me sucede porque de algún modo me siento culpable, siento que he hecho algo mal?

Proceso

X18 entra en regresión y  me va hablando de una existencia en el Norte de Europa, no identifica claramente el sitio pero es un pueblo cercano al mar, con acantilados y mucha hierba y vegetación. Esta sola, tendrá poco más de veinte años pero tiene una hija, recuerda que su marido, que dice que se llamaba Harry o Ferry o algo parecido fonéticamente, les abandonó y ella trabaja y lucha en una vida bastante dura para sacarla adelante.

− Hago todo lo que puedo para ganar dinero y mantener a mi hija y vivir, pero es duro, porque desde que me dejó Harry es como si también me hubiesen apartado, llegué a ese pueblo de pequeña para servir en una casa cuando mis padres murieron, y luego cuando me casé dejé de trabajar, pero al quedarme sola tuve que volver a hacerlo, pero es como si nadie quisiera que estuviera ahí, a pesar de los años que llevo viviendo allí parece soy una extraña para ellos, me rechazan y tratan mal.

La indico que vaya adelante en el tiempo a la experiencia relacionada con lo que la ha motivado a hacer esta regresión, y tras una pausa larga empieza a llorar.

− ¿Qué sucede?

− Ha muerto.

− ¿Quién ha muerto?

Mi niña.

− ¿Qué ha pasado?

− Enfermó, no podía estar ahí para cuidarla y tampoco podía pagar el médico y ha muerto, ha muerto por mi culpa, no tendría que haberla dejado sola.

Intento razonar con ella, profundizando en la experiencia para que pueda observar lo sucedido desde otro ángulo pero no hay forma, está totalmente conmocionada, ha vuelto al cien por cien a la experiencia como si no hubiese pasado el tiempo.

− No puedo seguir así, se acabó, esto es demasiado horrible.

− ¿Qué haces para acabar con esto?

Efectos Vidas Pasadas. Vuelo a la Libertad o el sinsentido del Karma

− Estoy al borde de un acantilado, mirando al mar, voy a terminar con todo esto, ya no puedo más.

− ¿Qué vas a hacer?

− Nada, ya lo he hecho, me he tirado desde el acantilado.

− ¿Has muerto?

− Todavía no, aunque creo que tengo todos los huesos rotos no siendo dolor en mi cuerpo, pero sigo sintiendo dolor por dentro. Me estoy muriendo.

− ¿Qué piensas en este momento?

− Que no tendría que haber hecho muchas de las cosas que hice… No tendría que haberme casado con Harry, sabía que no era una buena persona, pero me sentía tan sola, sabía que no tendría que haberme quedado embarazada, pero no supe como ni pude evitarlo, sabía que no debía dejar sola a mi hija pero no podía hacer otra cosa… 

Otra vez intento calmarla y que observe todo desde otra perspectiva, pero sigue muy enganchada por el momento, así que la indico que vaya hacia adelante en el tiempo para ver qué sucede. X18 es de esas personas que van con facilidad a los espacios entre vidas, no hay que inducirlas, los conocen bien, pero me voy a encontrar con una sorpresa.

− ¿Dónde estás ahora?

Es un sitio lleno de luz, hay mucha paz, silencio… Es cálido…

− ¿Cómo te sientes? (Pregunto porque la expresión de su cara no corresponde con sus palabras, parecería que sigue todavía en el acantilado).

Mal, me duele mucho el pecho (se toca en esa zona) y me siento muy culpable, nunca me podré perdonar * lo que le hice a mi hija.

Una vez más vuelve a llorar sin que haya forma de que se detenga a menos que la saque de la experiencia para que la observe desde fuera, pero en cuanto vuelve a entrar no puede controlar lo que siente. En estas situaciones lo mejor es seguir avanzado en el tiempo, y eso le indico, y aquí viene la sorpresa.

− Estoy en una sala muy grande… Muy luminosa, el techo es como una bóveda y hay como una mesa al fondo con tres o cuatro personas, no las veo bien.

En este momento creo saber donde se ha ido, podría ser un lugar del que habla Michael Newton en sus libros, pero es para mí la primera vez que una persona sin inducción alguna y por si misma se va a ese espacio. Como creo saber de que lugar me está hablando la ayudo a profundizar en la experiencia, sin decir nada en modo alguno que represente, precisamente, una inducción.

− ¿Hay alguien detrás de ti?

− Sí, está un ser de luz…

− ¿Está a la izquierda o la derecha? (Según Newton debería estar a la izquierda, y hago la pregunta para confirmar que la experiencia es la que creo).

− A mi izquierda, un poco detrás, tengo que girar la cabeza para verlo.

− ¿Quién es, sabes quién es?

Es uno de mis guías, el me ha traído aquí.

− ¿Para que te ha traído aquí?

− Para que comprenda.

− ¿Qué tienes que comprender?

−  No lo sé, sólo me ha dicho que tengo que comprender.

Como creo saber lo que tiene que suceder la ayudo en la dirección que los hechos debieron de suceder en su momento, pero con cuidado de sólo aclarar el camino y no indicárselo.

− Avanza hacia el fondo donde está esa mesa y según vayas avanzando tu vista se aclarará y podrás ver quién está ahí, cuando los puedas ver bien dime quienes son.

− Son tres hombres, como ancianos, con barba blanca, pelo más bien largo y blanco también, tienen el rostro severo, son muy grandes y les rodea mucha luz, pero me sonríen… 

En este momento vuelve a llorar.

− ¿Qué sucede?

− Siento mucho dolor, al estar delante de ellos me ha vuelto toda mi vida y como terminó y me siento aún más culpable y me duele mucho más todo… 

Ahora me piden que les cuente que me pasó… Que les cuente mi vida…

− ¿Y qué sucede?

Me están escuchando… Nunca nadie me había escuchado como lo hacen ellos… Siento que comprenden lo que me ha pasado… Les digo incluso que sé que hice mal en terminar con mi vida, pero que me volví loca de dolor y ya no sabía lo que hacía..

− ¿Y ellos, dicen algo?

No hablan pero les oigo en mi cabeza… Me explican que yo no tenía ningún control sobre lo que me pasó en esa vida, que no debo sentirme culpable por algo sobre lo que no tenía ningún control, que sólo hice lo que pude y que tampoco me preocupe por haber terminado con mi vida… Que ya habrá tiempo para reparar, pero que ahora debo dejar atrás mi pena porque no hay razón para ello y debo seguir avanzando… Todo eso ya pasó…

− ¿Y tú que sientes cuando les escuchas hablarte así?

− Siento que tienen razón, y siento que en su presencia mi pena se va disolviendo… Y ahora es como si me encontrara bajo una campana o una ducha de luz… Hay toda una luz que desciende sobre mí… Es de todos los colores… 

La ayudo a profundizar la experiencia de esa luz sanadora, porque lo importante es que pueda disolver la emoción negativa de la experiencia, pero no me conformo con ello, porque por experiencias previas sé que no es suficiente, así que la llevo de regreso con esa luz al acantilado donde está su cuerpo para que vuelva a incorporarse a él en la agonía, y aunque al principio vuelve a la emoción de culpa y dolor, después de varias asociaciones y disociaciones libera la energía que ahí se había quedado bloqueada y asume esa muerte en paz, la deja atrás así como esa existencia.

Resultados

Tiempo después y de forma sorprendente, porque no lo tenía previsto y por edad no lo consideraba, X18 se quedó embarazada y tuvo una hija. No puedes afirmar que una cosa tenga relación con la otra, pero tampoco puedes descartarlo, especialmente porque en propias palabras de la persona cuando estábamos haciendo regresiones, yo eso de tener hijos con los años que tengo y más sin pareja no es para mí.

Lo que sí es cierto es que la sensación de culpabilidad parece que desapareció, y aunque su vida sigue teniendo su altos y sus bajos ha mejorado, en todo caso los lazos con su hija son muy fuertes.

Conclusiones

Tengo la idea de que los espacios entre vidas más que otra cosa son un espacio de reciclaje gracias al cual nos preparan, a los que dudan de hacerlo, para volver.

La sala de los maestros donde sanar y perdonarse, a la que fue llevada por su guía, así como la ducha de energía no parece que la liberaran realmente de la energía negativa de la experiencias y no es la primera vez que lo observo, en realidad sólo la habilitó para seguir el camino de reencarnar, sin evitar los problemas derivados de la experiencia, ya que en la actualidad estaba viviendo los efectos de esa vida (sino no se habría ido en regresión a ese momento) y, además, cuando volvemos al acantilado donde está su cuerpo la energía negativa seguía ahí, no se había sanado.

Creo que si algo de lo que indico en Resultados puede adjudicarse a la regresión está en ese punto, no al trabajo que se pudo hacer en esos espacios «superiores», ya que efectivamente se cumplió lo que se dijeron: Ya habrá tiempo para reparar…

¿Pero reparar el qué? ¿Una vida de sufrimiento y donde empujada por un dolor ciego perdió el control de si misma y terminó con esa vida…? Una vez más, estas cosas para mí no quedan claras, aunque seguro que alguien le encuentra sentido al dolor y su supuesta capacidad educativa y evolutiva.

Pero esos serían juicios de poco valor, creo, porque se tendría que haber estado ahí, en la regresión y observar por sí mismos, porque cuando estaba mirando y escuchando a esa persona experimentando todo eso, envuelta en lágrimas, desecha en un dolor incontrolable y observando la vida que me describía no podría nunca condenarla a más sufrimiento, a reparar nada, con lo cual menos aún podría hacerlo un ser realmente superior, habría que tener el corazón de piedra, y carecer de toda esa sabiduría y compasión que se atribuye a ese tipo de seres… Para mí, como digo, no había nada que reparar, sólo compensar tanto sufrimiento con una vida mejor, pero no es así, porque nuestras existencias son fruto de las programaciones  y creencias que nos arrastran y condicionan, y no de ninguna justicia divina.

Es por esa razón que, a pesar de lo doloroso que pueda resultar y la resistencia que por ello todos tienen sobre hacerlo, en la Terapia de Regresiones siempre insisto en trabajar esos momentos hasta que pueden observarse, percibirse y sentirse sin ningún tipo de emoción, es la única prueba de que se han dejado atrás y que ya no influye en la existencia actual de la persona ni en ninguna futura.

(*) La persona dice nunca me podré perdonar,  esto confirma mi teoría de que las órdenes en el momento de morir tienen un poder enorme, que ellas forman los programas, órdenes y comandos que realmente crean las condiciones de las próximas vidas que experimentaremos, no es para nada el Karma tradicional que supuestamente funciona como una balanza, sino que son nuestros condicionamientos y la interpretación de lo que nos sucede lo que crea nuestro propio destino, ese que creamos por las órdenes que nos damos en ese momento, tal como explico en Vuelo a la Libertad o el sinsentido del Karma.

Enlaces relacionados

Experiencia de una abducción en una entrevista de David Parcerisa, en el minuto 55 se puede escuchar el relato sobre uno de esos lugares idílicos y aparentemente paradisiacos que, para no confundir al lector, aclaro que no digo que sean lo mismo que los de después de la muerte, salvo en el aspecto en que -según yo lo considero- en realidad sólo sirven para controlarnos y manipularnos, parece que saben bien lo que nos gustan lugares como esos a los seres humanos:

Impactante Entrevista a una Abducida

En otro artículo también hablo de este tema:

Reflexiones Sobre los Espacios Entre Vidas

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2 comentarios en «Efectos de Vidas Pasadas en el presente (18)»

  1. Desde mi humilde opinión, creo que es difícil sacar conclusiones sobre el espacio entre vidas con unos pocos fragmentos que se obtienen de una sola regresión. Lo que has descrito en esta experiencia no me parece nada malo, y me parece muy arriesgado asociarlo a las abducciones, que son un fenómeno muy, muy complicado, del que no sabemos apenas nada.

    Una amiga mía pudo recordar el espacio entre vidas hace poco por sí misma, describe también una especie de ducha de luz reparadora y su estancia durante un tiempo en estos lugares de «sanación». Tal vez con lo de reparar los ancianos solo se referían a reparar su propio dolor. Según lo que he podido observar, y según lo que esta persona describe del espacio entre vidas, en el otro lado no existe el dolor, pero eso no significa que de noche a la mañana todas nuestras emociones y nuestros problemas desaparezcan cuando reencarnamos. Creo que tenemos una idea equivocada sobre el inicio y el fin de cada una de nuestras vidas. Una vida no acaba con la muerte. Cuando reencarnamos lo hacemos con todo lo que se quedó sin resolver de las vidas anteriores, seamos o no conscientes de ello. Eso no significa que sea bueno o malo, posiblemente es necesario para nuestro aprendizaje, y mucho más fácil para nuestras mentes humanas porque hay una continuidad.

    Un saludo.

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    • No lo asocio, lo comparo, digo «escucharéis el relato de un lugar igualmente maravilloso, y sin embargo no es para nada algo positivo», y lo digo porque hay cosas que resultan muy atractivas y placenteras, pero no tienen por qué ser buenas (por ejemplo, las drogas). Creo que en esto del espacio entre vidas hay algo que no termina de «cuadrar», tengo la sensación que tiene un cierto paralelismo de manipulación, precisamente como esa manipulación del alienígena, pero no lo asocio, sólo destaco la similitud.

      Al igual que comentas, también he conocido personas y he tenido clientes o pacientes (como prefieras decirlo) que también han recordado cosas así por sí mismas, pero eso no tiene nada que ver con la «terapia» de regresiones, más bien es como «turismo» de vidas pasadas, porque como bien sabrás, cuando hay que abordar un trauma para sanarlo, uno fuerte, no puedes hacerlo solo.

      Como decía he conocido personas que decían haber hecho eso por sí mismas, pero no es cierto, porque esas mismas personas que me afirmaban que podían hacerlo, cuando entran en algo duro, difícil de verdad, no han podido resolverlo solas y se han dado cuenta -y me lo han tenido que reconocer- cuando han hecho una regresión, cuando han tropezado con una situación realmente difícil, tanto que ni siquiera a veces podían entrar en la misma.

      Quizás pudo verla desde fuera si tenía mucha práctica o una especial capacidad (a diferencia de la mayoría de la gente que se queda en los lugares idílicos, sin comprometerse, ensueña pero no aprende nada en realidad porque no profundiza), pero no tenía la capacidad para experimentarla de nuevo por ella misma y sola para sanarla, y diría que es imposible hacerlo, es como si un cirujano pretendiera hacerse una operación a corazón abierto a él mismo…

      Es evidente que los problemas no se acaban, como bien dices, pero desde luego nunca se acabarán si sólo nos quedamos en la superficie. Pero si lees bien lo que he escrito, lo que digo es que esos espacios no cumplen lo que deberían esperarse de ellos, porque si fueran tan «bondadosos» en su intención como pretenden que creamos, sanarían, y no sananSólo nos reciclan, en el sentido que a los que van ahí les dan la necesaria «motivación» y descanso para aceptar volver a encarnar, que son algunos, ya que no todos van ahí, otros como ya he dicho en otro sitio, saltan de vida en vida sin asomarse siquiera por estos sitios, y quién diga otra cosa es porque no sabe lo que sucede en regresiones o porque se dedica a «inducir» a que vayan a esos sitios (esto sucede cuando el terapeuta dice algo parecido: Y ahora vas a ir a ese sitio de paz y de luz -o algo parecido- donde vas a llenarte de paz y de luz, etc., etc., etc… O sea, le está induciendo, pero entonces no sabemos si la experiencia es real o es un recuerdo de algo leído).

      Y sobre los espacios entre vidas no te hablo de unos pocos fragmentos, no tengo tanta osadía o tanto ego…

      Cuando llegué a ciertas conclusiones, que son las que expongo, es porque ya había descubierto un patrón, y eso no se hace en una sola regresión. Al principio dejé que ese espacio cumpliera su teórica función, pero cuando observé en varios casos que esa función nos se cumplía, que el paciente no sanaba el trauma en esos espacios, me di cuenta de que había que volver al trauma y eliminarlo totalmente, no me podía fiar ni apoyar en esos lugares de luz para sanar a la persona, sólo le ponían -por decirlo de alguna forma-, un bálsamo o una tirita, no deshacían los programas y las ordenes que las personas se habían dado y que les condicionaba, cosa que en Terapia de Regresiones debe de hacerse, ¿es superior la Terapia de Regresiones que esos espacios de luz? En principio no debería, pero si son superiores… ¿Por qué entonces esos espacios y sus guías no hacen por esas Almas lo que un simple y vulgar mortal puede hacer por ellas en una Terapia de Regresiones liberándolas de sus condicionamientos y programas…?

      Es cosa de experimentar y luego reflexionar por uno mismo, sin condicionamientos ni ideas previas, con la mente todo lo libre que sea posible… Pero entonces quizás las respuestas no sean agradables porque supongan revisar todas nuestras creencias, las de toda nuestra vida… Y esto es algo que puede ser muy duro, y comprendo que la mayoría no lo quieran hacer y se aferren a cualquier idea por poco sentido que tenga, porque eso en su momento a mí me sucedió y aceptarlo fue un camino duro y amargo.

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