Ho´oponopono, ese sencillo ejercicio

Ho´oponoponoYa he comentado anteriormente que me gustan los ejercicios sencillos, aquellos que no requieren de profundos conocimientos ni de grandes esfuerzos, sólo un mínimo de apertura mental y cierta dedicación.

Una vez que la mente se ha abierto, el conocimiento, por profundo que sea, puede entrar hasta con facilidad. Y el esfuerzo más impensable en otro momento, resulta algo sencillo. Así es ese sencillo ejercicio que es Ho´oponopono.

Hace unos días alguien me lo recordó en un comentario en Facebook, no porque no haga este ejercicio aún inconscientemente a menudo, sino porque es de esas cosas que se han convertido en tan parte de ti que ya no le prestas atención.

Destacar de Ho´oponopono

De Ho´oponopono me gustaría destacar algunos aspectos en el campo de la pura observación, del intelecto, porque en la parte del corazón no hay forma de expresar lo que sólo su ejercicio puede producir, y aquí no pretendo hacer un manual de Ho´oponopono, sólo comentar algunos detalles, y dejaré al final un enlace para descargar un libro que se adentra en ello más profundamente.

Ho´oponopono, según dicen, es la repetición dirigida a la Divinidad de cuatro simples palabras en el orden que cada uno mejor prefiera: Lo Siento, Perdóname, Gracias, Te Amo…

Al margen de que preguntaría  qué es la Divinidad, para mí ha sido esta repetición muchas veces dirigida también a personas de mi presente o de mi pasado, conocidas o no conocidas, a situaciones, a emociones…

No es algo cerrado, es abierto. Porque cuando empiezas a repetirlo en voz baja, como un susurro, muchas veces aparecen imágenes de personas, de situaciones, de cosas olvidadas, de sensaciones de tu cuerpo…

Es camino es la sencillez

Ho´oponoponoComo dije en aquel comentario: Cómo es posible que algo tan sencillo pueda aportar tanta paz…

Sin embargo, recomiendo este ejercicio porque en este apartado Para Practicar, quiero hablar de otro ejercicio que es sencillamente maravilloso. Tiene como finalidad cambiar estados mentales y emocionales depresivos, tristes pero, especialmente y además, para reconciliarse con el pasado, apaciguar el presente y, tal vez, mejorar el futuro.

Haber practicado Ho´oponopono cuando llegue ese ejercicio puede ser importante, porque esas cuatro palabras brotarán muchas veces de forma incontrolada al hacerlo. Os gustará, lo aseguro, es mi propio ejercicio de Recapitulación.

Mueve la energía

Volviendo a Ho´oponopono, lo que me gusta de él, además de su simplicidad y los resultados inmediatos a nivel vibratorio, emocional y/o mental que produce, es la filosofía que está detrás del mismo.

Sobre otros resultados más allá −como los que cita Joe Vitale haciendo referencia al Dr. Ihaleakala Hew Len− no puedo dar fe, pero quizás funcione. En todo caso, sí puedo decir que cuando se practica, hay movimiento de canalización de energía. Como practicante de Reiki estoy familiarizado con el hecho de sentirla, y con esta técnica se la siente moverse con claridad.

En cuanto a la filosofía, Ho´oponopono considera todo nuestro mundo es el resultado de nuestra creación inconsciente. Joe Vitale dice en una de sus grabaciones: Perdóname por haber creado esta situación, yo no sé por qué la he creado, ha sido por ignorancia o por error, no sabía lo que hacía… 

Tú lo creas, pero ni sabes cómo lo has hecho

Esto coincide plenamente con lo que explico en Vuelo a la Libertad o el sinsentido del Karmaque, de forma inconsciente, creamos lo que serán las condiciones para nuestra próxima vida, para posteriormente, recoger los frutos de esa creación que hacemos, pero sin saber que la estamos generando. Y esto por pura ignorancia y error.

Aunque también creo que esa ignorancia y error no son accidentales, toda nuestra formación, y educació,n está dirigida a mantenernos en la ignorancia, e inducirnos a ese error. Incluso, a mantener creencias que no son ciertas y perjudican nuestra evolución, pero que nos dan confianza y, muchas veces, masajean nuestro ego… Creo los que crearon esas creencias conocían bien al ser humano y sus debilidades.

Una parte de esta filosofía nos afecta precisamente a los que, de un modo u otro, trabajamos e terapias o desarrollo personal, porque para que podamos llevar a cabo esta labor tienen que existir personas con problemas o necesidades en ese sentido.

¿Producimos necesidades?

De alguna forma, parece ser según dicen, que con esa necesidad de realizar este deseo, producimos personas con esos problemas… Es realmente duro de aceptar, pero tampoco debería de extrañarnos. Como decía un profesor que tuve hace años, este mundo de la búsqueda espiritual y el desarrollo personal está lleno de egos enfermos, no refiriéndose precisamente a los pacientes o clientes.

Y recuerdo como Ken Wilber decía que hay personas volcadas en la meditación necesitadas de urgente psicoterapia… Demasiadas veces las cosas no son lo que aparentan o queremos creer.

Pues de todo eso nos alerta y, tal vez, nos salva… Primero porque nos pone  en nuestro sitio, devolviéndonos a nuestro lugar de personas con carencias y problemas, no sólo con conocimientos y seguridades y, segundo, porque nos recuerda que en todo lo que nos pasa tenemos responsabilidad, que no culpabilidad…

Si sabes que haces mal, eres culpable

Sólo las personas conscientes, y conocedoras, de que lo que están haciendo es un error, o está mal, son culpables. Las demás si son inteligentes y responsables sólo pueden hacer una cosa: Hacerse cargo de su realidad porque han participado en su creación, intentar comprenderla porque a través de esa comprensión se conocerán mejor y, cuando no es la deseable y si les es posible, sanarla.

Ho´oponopono, ese sencillo ejercicio, debe repetirse como una pequeña letanía sin poner esfuerzo en ello, dejando de cale dentro de nosotros, una vez que lo ha hecho te encontrarás en muchos momentos del día ya sea que estés admirado, preocupado, triste, alegre o, incluso enfadado, diciendo esas simples y mágicas palabras, sin saber bien por qué, pero diciéndolas y sintiendo su efecto.

La Gratitud

Pero hay algo que nadie te dirá, o yo no lo he oído decir:

Si quieres que realmente este ejercicio funcione, por cada Perdóname, Lo Siento, Te Amo, di diez veces, por lo menos Gracias. ¿Por qué?

Porque el Perdóname o Lo siento te conecta con la emoción de la culpa, y realmente muchos errores sólo fueron eso, errores, no hubo maldad en ellos, así que conectarte con la culpa no ayuda mucho, pero es un signo de respeto hacia quién o hacia aquello que erraste.

El te amo tampoco ayuda mucho, si lo piensas y analízalo tu mismo, es una poco vago… ¿Cuando lo dices, con qué emoción te conecta…? Como digo, lo veo un poco débil, y más si se lo tienes que decir a un enemigo.

Pero gracias te DEBE de conectar con aspectos con los que estás agradecido, con felicidad, con placer, con satisfacciones pasadas o presentes. Si alguien te hizo mal, y tuviste sus problemas e incluso tú actuaste mal a consecuencia de ello, debes rescatar aquellas cosas por las que te sientes agradecido a esa persona. Búscalas, encuéntralas…

A veces será más fácil a ves más difícil, pero si te conectas con cosas por las que sientes gratitud, y lo haces muchas más veces que con las anteriores, el efecto de ejercicio es mucho mayor.

Enlaces relacionados

Os dejo un enlace para descargar un libro sobre Ho´oponopono, podemos porque tal como dice al principio:

Todos los derechos reservados a los autores y dueños del copyright de los textos, citas, fotos e ilustraciones contenidos en este e-book. Este material NO puede ser copiado, reproducido, adaptado, alterado de ninguna manera. Usted PUEDE distribuir gratuitamente este e-book sin alteraciones vía e-mail, CD, o impreso para uso propio o como presente.

Enlace de descarga: Ho’oponopono

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